HUMBERTO BRISEÑO SIERRA. SEMBLANZA.
- Publicado, miércoles, 06 de noviembre de 2024 |
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La suya fue una vida consagrada y dedicada al estudio y la difusión del derecho. Como profesor de la especialidad que siempre cultivó, el Derecho Procesal, materia en la que sobresalió dentro y fuera del país. Como abogado fue asesor en grado importante dentro del foro de abogados consagrados y de grandes despachos que lo consultaban, como tratadista e investigador a través de su obra y de sus importantes artículos en un sinfín de revistas, se constituyó como una referencia obligada a nivel nacional e internacional.
Los aportes del Dr. Briseño Sierra, se centran particularmente en la rama del derecho procedimental, tanto en el procedimiento como en el proceso, no se detienen ahí, destacó como Jurisconsulto en las materias de Fiscal, Mercantil, Civil, Penal, Amparo, Arbitraje, Constitucional, Derecho Comparado, Laboral, Agrario, Seguridad Social, Proceso Legislativo, entre otras tantas ramas de las que fue un consagrado estudioso,
El rigor lógico y sistemático que siempre adornó su estilo, dejó visible la claridad de su pensamiento, la concisión, limpidez y corrección de su dicción fueron factores fundamentales en su obra escrita, de la que él siempre se jactó de haber escrito fundamentalmente para abogados, aunque dedicó una obra en forma específica para alumnos, dirigida a los alumnos de la Escuela Libre de Derecho, que se titula “Compendio de Derecho Procesal”.
A decir del doctor Cipriano Gómez Lara miembro fundador del Instituto Panamericano de Derecho Procesal, “Humberto Briseño Sierra es un prolífico autor de títulos importantes publicados a través de su vida Cuyas obras más representativas del pensamiento sean quizá dos. La primera, una obra inicial que fue su tesis doctoral y luego su obra cumbre la que evidencia y cristaliza su madurez intelectual y su fecundidad creativa y de aportación que el maestro publicó hace ya más de 26 años para ser preciso con una editorial no muy reconocida. Una obra tan valiosa y trascendental que no existe, una obra más amplia, más profunda ni más analítica escrita por un autor mexicano que supere la obra del doctor Humberto Briseño Sierra.
Es un trabajo sistemático y de rigor académico en el que se entra a la temática más importante del derecho procesal no del derecho procesal específico, civil, penal o mercantil. Esta es una obra de teoría general del proceso, porque todas sus consideraciones no están hechas en relación con un determinado tipo de proceso, sino que en general se refieren a los fenómenos y actos procesales, sin clasificación sustantiva.”
El doctor Alberto Said, recordó en la obra homenaje al Dr. Briseño Sierra, que al enterarse de su partida en voz del Dr. Gómez Lara, lo siguiente: “Al darme el doctor Gómez Lara la triste noticia del fallecimiento del doctor Humberto Briseño Sierra, me dijo “es el mejor procesalista mexicano del siglo XX” así lo creo, fue un hombre de trabajo ingenioso y genial su obra en conjunto es una de una solidez inusitada en el medio académico mexicano del ayer y aún de hoy.”
El doctor Adolfo Alvarado Velloso, miembro fundador en cuanto a la obra del maestro Briseño Sierra, comenta “advertirá el lector en su texto la notable influencia que ha tenido el pensamiento de Briseño Sierra en mi formación académica tanto en mi primera obra de doctrina (Introducción al estudio del derecho procesal, Santa Fe, Argentina, Rubínzal-Culzoni, 1995) me auto intitulé su discípulo y dije expresamente en su presentación que esta obra pretende ser distinta de las demás que se hayan publicado acerca de la materia procesal como se trata de una simple introducción a su estudio no puede -ni debe- contar con la extensión de un tratado pero, al mismo tiempo, tiene que mostrar un desarrollo completo de los temas que aborda. Para hacerla he partido del método ideado por Humberto Briseño Sierra, con cuyas ideas me hallo tan consustanciado que ya no sé honestamente qué es lo que pertenece a él y qué es lo que te agregue o modifique reconozco que estas dos actitudes mías -agregar y modificar- son un verdadero pecado pues hacen perder de vista la genialidad de su talento pero existe solución sencilla para deslindar responsabilidades; si lo expuesto muestra un carácter de excelencia pertenece a Briseño Sierra si no es así, no me queda otro camino que asumir la paternidad de las ideas…”
Muchas son las aportaciones a la ciencia del derecho del Dr. Humberto Briseño Sierra, además de su definición de la ciencia del Derecho, simplemente como un “imperativo social” hasta la definición de la acción como “instancia proyectiva”, definición, clasificación de las instancias, clasificación de los medios de confirmación, fue pionero en el estudio, difusión, profusión, desarrollo de las figuras heterocompositivas de solución de conflictos, entre ellos el arbitraje, como medio alterno del proceso jurisdiccional.
En relación al juzgador en la doctrina de Briseño Sierra hace referencia al juez como tercero que no es parte de la controversia y sin ningún interés particular en ella lo que perfila la garantía de la imparcialidad que conlleva el deber del juez de mantenerse férreamente en su labor de resolver con el derecho vigente y sin consideración de factores ajenos, Briseño Sierra no desconoce la importancia de la Constitución y los derechos fundamentales que de ella emanan y afirma: “… no se niegue a que la constitución siente normas de principio y aún existen constituciones que, como la mexicana, se encarguen de establecer ciertas y determinadas normas procesales, es decir, que eleven al plano de la constitución alguna norma procesal concreta.”
El tiempo en Briseño Sierra no se usaba de forma irreflexiva en las actividades procesales, y tampoco era considerado inexorable en virtud de que es mucho más que un antes, un durante y un después.
Los plazos, términos y señalamientos, por medio de los cuales se incorpora el tiempo al proceso no son cabalmente comprendidos y menos aplicado por los legisladores y los jueces mexicanos dichos operadores sobrevaloran el principio de preclusión y ante él, en un exagerado e injustificado celo por la temporalidad hacen sucumbir el principio de justicia.
El tiempo, afirmaba Humberto Briseño Sierra, debe contribuir al orden, al avance y a la conclusión de los procesos.
Don Humberto Briseño Sierra, nació en la Ciudad de México, conocida en ese entonces como México Distrito Federal, un 24 de junio del año 1914, bajo el signo de cáncer, hijo de Don Ambrosio Briseño Ortega y Doña Concepción Sierra, quedando huérfano de madre a muy temprana edad, en la infancia y huérfano de padre a los catorce años, fue acogido por su hermano mayor Leoncio, un hombre recio que acababa de haber sido licenciado del ejército, por lo que procuró a sus dos menores hermanos, Humberto y Jorge.
Vio la luz en un convulsionado contexto, ya que el país se encontraba en medio de la conocida Revolución Mexicana y supo labrar su porvenir en medio reyertas, revoluciones ideológicas y luchas fraternas, incluso la conflagración mundial que revolucionó al planeta en el año de 1939, cuando en Europa estalló la Segunda Guerra Mundial.
En medio de todas estas conflagraciones, desde muy joven, advirtió el convencimiento general de que la segunda guerra mundial, traería como consecuencia, como sucedió en los años de 1919, y 1920, una radical transformación en la vida social.
Inició sus estudios superiores en la Escuela Normal de Educadores, actualmente conocida como la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, de donde se gradúo con éxito el 15 de enero de 1935, fecha en la que obtuvo el grado de Profesor de Educación Primaria y Superior, comenzó a ejercer la enseñanza en el antiguo “Colegio Inglés para Varones”, en la Ciudad de México, vocación que nunca abandonaría.
Sin embargo en su pensamiento concluyó que esa lucha iniciada en el año de 1939, como la anterior no lograría mejorar la condición humana, ni que las formas de convivialidad desaparecieran en su esencia.
Su motivación surge de la oportunidad que resultó ser trascendente en su vida, al presenciar y escuchar la cátedra del maestro, en ese entonces Lic. Mario de la Cueva que en el año de 1936, dictó los estudios de la Teoría del Estado, en especial su interés se fijó en el contenido regente del Derecho que se desprende de ello.
Señalaba en relación con la lucha generada en Europa en el año 1939, y decía “espero que los resultados útiles que se podrán conseguir será una mayor franqueza en la expresión del pensamiento”.
Para ÉL, desde muy temprano reflexionaba sobre la política, quizá por haber nacido y crecido en momentos de mucha conflagración, por ello, cuando reflexionaba sobre la política, comprendía que la democracia, como las restantes formas de gobierno, no deberían ser consideradas como simples métodos que permiten la consecución de objetivos específicos.
La explicación de ellas, su justificación o validez debe obtenerse objetivamente, sin permitir que los fines subjetivos desnaturalicen la esencia de los mismos y, consecuentemente la conveniencia o inconveniencia de su aplicación.
Incluso define a la democracia como “…un régimen de selección, en el cual un pueblo es gobernado no por sí mismo, sino por los sujetos que han sido selectos en diversas formas y bajo varias circunstancias. Esto es, un grupo determinado que detenta el poder en virtud de haber sido seleccionado entre la masa del pueblo para tal objeto.”
En ese mismo año inicia sus estudios Universitarios en la antigua Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Realiza el 2 de octubre de 1942 su examen profesional obtiendo el título de licenciado en Derecho, con la tesis “El Problema Jurídico de la Educación”.
Integrante de la primera generación del doctorado de la ya convertida en Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, recibiendo su grado de Doctor en Derecho con Mención Honorífica en el año de 1953.
En alguna oportunidad, llegó a comentar que Él empezó a estudiar derecho hasta que entró al doctorado.
Discípulo de otro gran procesalista Don Niceto Alcalá Zamora, quien posteriormente le dirigiría su tesis doctoral y le encaminaría por los senderos del derecho procesal.
En el devenir de su carrera como doctrinario y hombre de letras y de leyes empezaría ahí con su tesis doctoral que fijaría sus rumbos como tratadista y doctrinario bajo el tema de “CATEGORIAS INSTITUCIONALES DEL PROCESO”.
Autor de un sinfín de obras, ponencias, artículos y 28 libros, serían el legado que atesoramos de su paso para nosotros.
Recibió el Título de Doctor en Derecho Honoris Causa por la Universidad Nacional de Rosario en Santa Fe, Argentina, el 20 de julio de 1978.
La Federación Interamericana de Abogados le otorgó el premio al mejor libro durante la XXI Conferencia- San Juan, Puerto Rico, por su libro titulado “El Arbitraje Comercial” que representa una valiosa contribución a estudios jurídicos en este campo, otorgado en la Ciudad de Washington , Distrito de Columbia, en los Estados Unidos de América el 31 de octubre de 1979
Humberto Briseño Sierra se casó el 17 de mayo de 1957 con quien fuera el inseparable amor de su vida, Tere o Teresita, abogada e historiadora, fueron testigos de su boda el entonces Presidente de la República Don Adolfo Ruíz Cortines por parte de ella y, por Don Niceto Alcalá Zamora por parte del novio.
De este matrimonio tuvieron cinco hijos, cuatro de los cuales han seguido la carrera de sus padres, convirtiéndose en abogados, abuelo de otros cinco nietos.
Otro de sus legados y su pasión fue su biblioteca que cuenta con un acervo de más de 60 mil volúmenes, que habla por sí mismo del gran amor que tenía por el estudio del derecho, y particularmente por el derecho procesal, del cual decía que no era su fuerte sino su gran debilidad.
Como persona supo ganar el cariño y el respeto de todos los que le rodeaban, al volver el tiempo atrás lo veo y lo recuerdo como un ser gigante ante mis ojos, un espejo en el que al asomarte te devolvía una imagen en la que encontrabas la guía y el buen consejo del hombre recto y justo, donde mis problemas se desvanecían con su mirada, sus sabios consejos te conducían por el sendero correcto.
Desafortunadamente el carácter de un gran hombre como lo fue mi padre, tuvo muchas cualidades un padre gentil, un hombre humilde, amable en todo sentido, pero quizá le hizo falta ser poco político y más diplomático, tanto así, que en su propia patria no se le dio el reconocimiento que debió haber encontrado, a pesar de haber sido inconmensurable su valía, su doctrina es una gran aportación a la ciencia jurídica con ideas nuevas, frescas, trascendentes que aún tienen vigencia en los códigos procesales en donde su influencia se ve totalmente reflejada, puesta en vigor y es esencial en la doctrina, su aportación tanto a la ciencia del derecho como a la profesión, a las norma legislativa, teniendo su doctrina gran reconocimiento a nivel internacional, antes que en su país. Sus libros, doctrina, ideología se enseñan más en universidades como las argentinas antes que en las mexicanas.
Recordado por sus contemporáneos como un hombre ávido de formación de conocimiento de transmitir ese conocimiento a quienes lo conocían y compartían con él, la organización de diversas actividades académicas.
Formador y organizador de Encuentros, congresos, desayunos del Comité de Derecho Procesal en el Consejo Coordinador Empresarial o las comidas en la Comisión de Derecho Constitucional de la Barra Mexicana Colegio de Abogados.
El aspecto académico del Dr. Humberto Briseño Sierra, le llevo a generar varías acciones que le permitieron integrar la materia procesal al currículo de varias universidades entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Iberoamericana, en ambos instituciones académicas modificó el plan de estudios para establecer en ella, la materia de la “Teoría General del Proceso”.
Además de la cátedra fundo diversos institutos e instituciones dedicados al estudio, desarrollo y exposición de la materia procedimental y procesal, entre ellos, los más destacados han sido:
El Doctor Don Niceto Alcalá Zamora y Castillo, le encomendó en el año de 1956, acudir en representación del país a la convención de la CIDIP 1 llevada a cabo en la Ciudad de Montevideo, en la República Oriental del Uruguay, en donde tuvo la fortuna de conocer a un gran jurista, al Dr. DANTE BARRIOS DE ANGELIS, quien en ese entonces habría publicado una obra cuyo pensamiento compartió con el Dr. Briseño Sierra sobre el arbitraje, denominada “EL JUICIO ABRITRAL”, que se convirtió en una pasión para Briseño Sierra.
Nos parece importante señalar que en 1956, en la Resolución VII de la Reunión del Consejo Interamericano de jurisconsultos, celebrado en México, se aprobó el proyecto de Ley Uniforme Interamericana sobre Arbitraje Comercial, y que en 1968 se llevó a cabo en México la II Conferencia Interamericana de Arbitraje Comercial, donde fueron presentados importantes estudios.
En el mismo año se constituyó la Sección Nacional de la CIAC, integrada con miembros de la Barra de Abogados y de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México.
La creación en el año de 1957 del INSTITUTO MEXICANO DE DERECHO PROCESAL, de forma conjunta con los profesores Dr. Don Niceto Alcalá Zamora, Dr. Fernando Flores García, Dr. Gonzalo Armienta Calderón, instituto que presidió por un espacio de quince años, tiempo en el cual celebró trece congresos nacionales, instituto del que posteriormente asumió la presidencia el Dr. Gonzalo Armienta Calderón y posteriormente el Dr. Cipriano Gómez Lara, quien de forma póstuma en el mes de junio del 2004, celebró el Décimo Octavo Congreso de Derecho Procesal bajo el tema general “REPERCUSIONES DEL PENSAMIENTO JURÍDICO DEL DOCTOR HUMBERTO BRISEÑO SIERRA.”
Se fundó igualmente la Academia Mexicana de Arbitraje Comercial Internacional (ADACI), bajo cuyos auspicios se celebraron varios seminarios, lo que ocurrió en el julio de 1973, bajo el auspicio del Instituto Mexicano del Comercio Exterior, mediante un convenio celebrado con la sección mexicana de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial
En marzo de 1974 teniendo como sede el Hotel Camino Real de la Ciudad de México, se lleva a cabo el primer Simposium de la Academia de Arbitraje Comercial Internacional, en donde se discutieron temas muy importantes para la época, pero lo más interesante fue sin duda alguna despertar el interés en la docencia universitaria y en el ámbito gubernamental.
Posteriormente las tareas de la Academia de Arbitraje Comercial Internacional, se continuaron hasta generar cursos que tenían como objetivo propiciar los conocimientos esenciales en el alumno sobre la materia del arbitraje.
El Instituto Panamericano de Derecho Procesal fundado a instancias del Doctor Humberto Briseño Sierra, se constituyó en la Ciudad de México, D.F., a los 15 días del mes de noviembre de 1976, congregando un grupo fundacional de grandes maestro y doctrinarios de toda la América que se convocaron para constituir del Instituto Panamericano de Derecho Procesal y, de acuerdo con los estatutos que figuran anexos al acta constitutiva, los cuales entraron en vigor en esta misma fecha.
De conformidad con lo previsto en los estatutos, los asistentes acordaron elegir como Miembros del Consejo Directivo, a las siguientes personas:
PRESIDENTE. HUMBERTO BRISEÑO SIERRA.
VICEPRESIDENTES.
Por Argentina, LEONARDO JORGE AREAL;
Por Bolivia, HUGO SAINZ TRIGO.
Por Brasil, ALFREDO BUZAID;
Por Canadá, L. KOSS RABCEVICZ ZUBKOSKY;
Por Colombia, HERNANDO DEVIS ECHANDIA;
Por Costa Rica, OLMAN ARGUEDAS SALAZAR;
Por Chile, MARIO CASARINO VITERBO;
Por Ecuador, JUAN ISAAC LOBATO;
Por Chile, MARIO CASARINO VITERBO;
Por Ecuador, JUAN ISAAC LOBATO;
Por El Salvador, FRANCISCO ARRIETA GALLEGOS;
Por Estados Unidos de Norteamérica, CHARLES R. NORBERG.
Por Guatemala , MARIO AGUIRRE GODOY;
Por Honduras, ADOLFO LEON GOMEZ;
Por Nicaragua, RODOLFO EMILIO FIALLOS;
Por Panamá, JORGE FABREGA;
Por Paraguay, HUGO ALLEN;
Por Perú, CARLOS PARODI REMON;
Por Uruguay, DANTE BARRIOS DE ANGELIS;
Por Venezuela, JOSE RODRIGUEZ U.
SECRETARIO: ADOLFO ALVARADO VELLOSO (Argentina)
TESORERO. CIPRIANO GOMEZ LARA. (México)
PROTESORERO. EDUARDO LUCIO VALLEJO. (Argentina)
Presidió el Instituto durante apenas 27 años de sus primeros años y su último Encuentro en el que él tuvo participación fue el XVII Encuentro Panamericano de Derecho Procesal llevado a cabo en la ciudad de Barranquilla, Colombia que se celebró los días 17 a 19 de marzo del 2004, de forma póstuma él lo había organizado logísticamente, elaborando el programa, asignando temas y estableciendo las mesas de trabajo, en donde el abriría con una ponencia magistral que dejó escrita sobre el tema general del Encuentro: “LA IMPUGNACIÓN EN MATERIA PROCESAL”
De igual forma, no es posible olvidar que fue también fundador del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, instituto que el presidió en sus inicios, dejándolo para constituir el Instituto Panamericano de Derecho Procesal.
De la misma manera formó parte del Instituto Internacional de Derecho Procesal, que celebró el 24 de septiembre del 2003 sus jornadas de trabajo en la Ciudad de México, en esa fecha fue la última aparición de Humberto Briseño Sierra, en el marco del XII Congreso Mundial de Derecho Procesal.
A ese evento acudió como público, pero el presidente del Congreso al verlo entre el público, de forma espontánea le cedió el micrófono para Don Humberto Briseño Sierra diera su última exposición la cual afortunadamente fue grabada desarrollando de forma magistral comentarios al tema sobre Arbitraje, “La relación entre el arbitraje y otras formas privadas y públicas de impartición de justicia” materia que fue indiscutiblemente su pasión y fortaleza, pero además la motivación que lo llevó a fundar el Instituto Panamericano de Derecho Procesal.
En la cátedra su currícula es simplemente impresionante.
Aprobó el examen del Seminario de Derecho Procesal Civil y era Director de Tesis de Licenciatura por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad Anáhuac, así como de la Universidad Intercontinental.
Investigador de grado del Instituto Mexicano de Derecho Comparado.
Catedrático por oposición de las materias de Derecho Procesal Civil, Teoría General del Proceso, Garantías y Amparo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Catedrático de la materia de derecho procesal civil primer y segundo curso
Catedrático de Estudios Superiores de Derecho Procesal en la sección del Doctorado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Catedrático en las materias de Arbitraje, Derecho Procesal Civil, Teoría General del Proceso, Técnica Legislativa en las siguientes universidades: Universidad Iberoamericana A. C., Universidad Anáhuac, A. C., Universidad La Salle, A. C., Universidad Panamericana A. C., Instituto Tecnológico Autónomo de México, A. C., Universidad Autónoma Metropolitana.
Fue miembro del Consejo Editorial de la Revista Jurídica de la Facultad de Derecho, de la Universidad Iberoamericana, A. C., a la que le dio el nombre.
Fue miembro del Consejo Editorial de la Revista de la Facultad de Derecho, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Profesor Huésped de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana.
Profesor Huésped de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá
Profesor Huésped de la Escuela de Derecho de la Universidad de Sinaloa
Profesor Huésped de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guerrero
Profesor Honorario de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Profesor Honorario del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá, Colombia.
Profesor de la Universidad Anáhuac, de la cátedra de “Derecho Administrativo”, primero y segundo cursos “Derecho Procesal Penal”
Profesor de la Universidad Panamericana de la cátedra de “Derecho Procesal Civil”.
Profesor de la Universidad Iberoamericana de las cátedras de “Teoría General del Proceso”, “Derecho Procesal Civil” y “Proceso Legislativo”.
Miembro de la Academia Brasileira de Letras Jurídicas, Río de Janeiro, Brasil
Director de la Academia de Arbitraje Comercial.
Director y Fundador de la “Revista Procesal” órgano trimestral del Instituto Mexicano de Derecho Procesal.
Asesor Jurídico de la Presidencia de los Estados Unidos Mexicanos de 1972 a 1993.
Entre otros cargos, presidencias y representaciones que ejercicio a lo largo de su fructífera carrera
EL LEGADO JURÍDICO DE DON HUMBERTO BRISEÑO SIERRA
Con más de un centenar de Estudios y artículos publicados en las siguientes Revistas:
“Jurídica”
"Revista Fiscal Financiera"
“Revista Mexicana de la Construcción."
"La Justicia."
"Revista Jurídica Veracruzana."
"Foro de México."
"El Foro. Órgano de la Barra Mexicana. Colegio de Abogados."
"Anales de Jurisprudencia."
"Boletín del Instituto de Derecho Comparado."
"Revista de la Facultad de Derecho de la U.N.A.M."
"Revista del Tribunal Fiscal de la Federación."
"Revista Procesal Iberoamericana."
"Revista de la Escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Sinaloa."
"Revista de Comercio."
"Jurídica. Anuario de la Escuela de Derecho de la Universidad Iberoamericana."
"Revista Procesal."
LIBROS PUBLICADOS
1. CATEGORÍAS INSTITUCIONALES DEL PROCESO. Edit. José M. Cajica. Puebla 1956.
2. ESTUDIOS DE DERECHO PROCESAL. Edit. Unam. México 1957.
3. EL ARBITRAJE EN EL DERECHO PRIVADO. SITUACIÓN INTERNACIONAL. Edit. imprenta Universitaria. Instituto de Derecho Comparado. México 1963.
4. DERECHO PROCESAL FISCAL. El RÉGIMEN FEDERAL MEXICANO. Edit. Antigua Librería Robredo. México 1964.
5.TEORIA Y TÉCNICA DEL AMPARO. Edit. José M. Cajica. Puebla 1967.2 Tomos.
6. EL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN MEXICANA. Edit. Coordinación de Humanidades. UNAM. MÉXICO 1967.
7. EL PROCESO ADMINISTRATIVO EN IBEROAMERICA. Edit. Imprenta Universitaria. Instituto de Investigaciones Jurídicas. México 1968.
8. TRATADO DE DERECHO PROCESAL Cárdenas Editor Mexicano. México 1969. 4 Tomos. 9. DERECHO PROCESAL. Edit. Cárdenas. México 1970.
10. EL AMPARO MEXICANO. Edit. Cárdenas. México 1971.
11. EL IMPUESTO AL INGRESO GLOBAL DE LAS PERSONAS FÍSICAS. Edit. Cárdenas. México 1974.
12. LOS CONFLICTOS COLECTIVOS EN EL DERECHO MEXICANO. Edit. Imprenta Universitaria Autónoma del Estado de México. México 1974.
13. EL JUICIO ORDINARIO CIVIL. Edit. Trillas. México 1975. 2 Tomos.
14. EL ENJUICIAMIENTO PENAL MEXICANO. Edit. Trillas. México 1976.
15. EL ARBITRAJE COMERCIAL. Edit. Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México 1979.
16. ESTUDIOS DE DERECHO PROCESAL. Edit. Cárdenas. México 1980.
17. COMPILACIÓN DE DERECHO PROCESAL. Edit. Cárdenas. México 1982.
18. EL ARBITRAJE COMERCIAL PRIVADO. Edit. Universidad Iberoamericana. México 1985.
19. COMPENDIO DE DERECHO PROCESAL. Edit. Humanitas. México 1989.
20. TRATADO DE DERECHO PROCESAL. Edit. Rubinzal. Buenos Aires 1989. 2 Tomos.
21. EL CONTROL CONSTITUCIONAL DE AMPARO. Edit. Trillas. México 1990.
22. ESTUDIOS SOBRE ARBITRAJE. Edit. Cárdenas. México 1995.
23. EXCEPCIONES PROCESAL. Edit. Biblioteca Jurídica. Bogotá 1997.
24. EXCEPCIONES PROCESAL. Edit. Cárdenas. México 2001.
25. EL DERECHO PROCEDIMENTAL Edit. Cárdenas Editores. México 2002.
26. ESTUDIOS DE DERECHO CONSTITUCIONAL. Obra inconclusa no publicada. México 2003.
27. LA BARRA MEXICANA-COLEGIO DE ABOGADOS 1979-1980, SECUENCIA Y COMPLICACIONES DE UNA CRISIS, Editorial Cárdenas, México 1980
28. EL PROBLEMA JURÍDICO DE LA EDUCACIÓN, U.N.A.M., México 1942.
29 ENCICLOPEDIA JURÍDICA OMEBA